He visto El Faro (3 veces)

Fotomontaje inspirado por la película El Faro

Con solamente tres películas dirigidas y una cuarta por estrenar, Robert Eggers se ha convertido en uno de mis directores de cine favoritos. Su tema: el folk horror, su estética: cuidada, oscura, inquietante, envolvente.

En esta película nos plantea la historia de dos marinos que deben pasar un tiempo solos cuidando y trabajando en un faro situado en una solitaria isla.

Mediante la cinematografía, Robert Eggers nos introduce en el mismo ambiente opresivo y enfermizo en el que se encuentran nuestros dos protagonistas. Utiliza un formato de grabación 1:1, lo que encierra a los personajes en un cuadrado en la pantalla que hace que el espectador pueda sentir el agobio que sienten John y Ephraim dentro del tubo que forma el faro. La fotografía expresionista de grandes contrastes en blanco y negro, casi en clave alta; la ausencia de banda sonora, lo pesado de los sonidos de ambiente... nos van introduciendo en ese descenso a la locura que sufren los protagonistas.

En la película podemos encontrar referencias mitológicas, al folklore marino, al psicoanálisis y al arte simbolista del siglo XIX.

Por una parte, podría decirse que la historia principal, en la que John no deja a Ephraim que se acerque a la luz, podría hacer referencia al mito de Prometeo, en el que este héroe roba el fuego a los dioses para entregárselo a los humanos, por lo que Zeus lo castigó a pasar la eternidad atado, siendo su hígado devorado cada día por un águila. Podemos ver claras referencias a este mito en la película, levemente cambiadas para adaptarse a la historia de los dos fareros.

El folklore marino también está presente: Podría decirse que todo se desata en el momento en el que Ephraim mata a la gaviota que le acosa, desobedeciendo las órdenes de su superior, que le explica que las gaviotas contienen las almas de los marineros muertos, y que matar a una es augurio de mala suerte y desgracias.

También tenemos una misteriosa sirena que comienza siendo un simple objeto, literalmente, de deseo; para convertirse en una alucinación asesina.

Tenemos también deseos homoeróticos reprimidos, el faro como símbolo fálico, la obsesión, la venganza, la lucha de poderes, el aislamiento, la crueldad... Esta película da para tanto que prefiero dejaer este post en una introducción, para poder analizarla poco a poco, por partes, saboreándola.

Dejémoslo aquí pues. Pero continuará.